La cultura de la cancelación es un fenómeno social, desarrollado en las redes sociales, que tiene como objetivo denunciar lo injusto, retirando el apoyo a personas o empresas que han asumido actitudes y comportamientos poco éticos o con los que no se comparten sus opiniones.
Esta práctica se ha vuelto popular para delatar actitudes racistas, homofóbicas y machistas, las personas se ponen de acuerdo grupalmente para atacar o descalificar los puntos de vista de alguna persona, empresa o marca. Es común eliminar el estatus o retirar el apoyo a los que son cancelados, pues no solo dejan de existir en los medios, también sufren las consecuencias de ser virales, pero de manera negativa.
Cancelar a alguien es un modo de reconocer que, aunque no cambia la desigualdad estructural o las injusticias, se puede denunciar o castigar teniendo consecuencias positivas, pero promoviendo que todos los días se invisibilice a alguien, porque temen expresarse por temor a ser castigados.
Algunos influencers que han sido cancelados son:
- Yosstop: Terminó en la cárcel por un video que exponía a una menor de edad. Ha sido cancelada muchas veces por sus opiniones y actitudes de prepotencia.
- Luisito Comunica: Fue cancelado por hacer videos desde lugares donde había sucedido alguna tragedia e infidelidad.
- Bárbara de Regil: Haciendo comentarios clasistas y fuera de lugar, además de dar consejos de nutrición que no son reales.
- Yuya: Se le ha intentado cancelar por plagio de diseños que sus productos tienen en los empaques.
- Paco de Miguel: Algunas personas creen que sus imitaciones son misóginas y machistas.
Si bien, esta práctica ayuda a visibilizar ciertas injusticias como lo son el abuso, acoso, discriminación, etcétera, también condiciona la libertad de expresión, con miedo para opinar y hacer humor, por no ser correctos con lo que se busca comunicar.
Nuestra sociedad tiene personajes poco éticos que hacen que abunden las conductas inapropiadas. Las injusticias se dan a diario y las redes sociales son un canal para su denuncia, pero también se debe ser prudente, porque todos en algún momento, podríamos ser la figura que cancelen.








